Bueno, he pensado mucho últimamente sobre los sentimientos que empiezo a experimentar con las fechas de mi viaje tan próximas. Y es que creo que no he contado bien pero, no es la primera vez que salgo del país a la aventura, voy a contar un poco para que entiendan la incertidumbre en la que me encuentro.
Hace ya algunos años, 3 para ser exactas me fui de intercambio (Erasmus) a Barcelona, y fue una experiencia similar a esta, en cuanto al drama pre-viaje, es decir, viví mucho, mucho, MUCHO drama antes de saber que realmente me iba a ir a BCN, tuve muchos problemas con la escuela en España y muchos más con el consulado español, ay fue horrible horrible, pero al final, meses después me encontraba en un avión rumbo a Barcelona! Solo estuve 6 meses ahí, pero conocí lugares que había soñado conocer desde mucho tiempo atrás. Y cuando regresé de Barcelona empecé con la idea de ser au pair, bueno pues casi 3 años después aquí estoy.
Ahora, si me pongo a comparar las dos experiencias, aunque similares (por esto de irme sola, dejar el país y demás) son muy diferentes. ¿Por qué?
Cuando me fui a BCN, me fui sola, sin conocer absolutamente a nadie, inclusive ni piso tenía para vivir al principio, era la primera vez de muchas cosas para mi: la primera vez que viajaba en avión, la primera vez que salia del país, la primera vez que viviría sola. El cambio cultural lo solucioné pronto, claro, las primeras semanas fueron muy raras, que además por mi personalidad me costó un poquitin acostumbrarme y adaptarme, pero en cuanto empecé las clases las cosas se solucionaron. ¿Y qué es ser Erasmus?? pues es ir a la escuela y luego a muchas fiestas, viajar a otros países y divertirte, si tienes oportunidad puedes trabajar, pero no es necesario! Claro cuando me fui era más joven y sabía perfectamente que al regresar tendría la misma rutina que siempre aquí en mi país, inclusive volvería a la escuela un semestre más, buscaría un trabajo y empezaría a planear mi vida, las cosas seguirían igual que siempre, mis amigos y familia iban a estar esperándome igual que siempre a mi regreso. Pero claro, todos eramos más jóvenes.
¿Ahora qué cambia? Pues cambia todo, en primer lugar no voy a estudiar, voy a trabajar y claro, a divertirme si me sobra tiempo, tengo donde quedarme a vivir, familia e hijitos adoptados, también la familia espera algo de mi, no digo algo, digo mucho, espera mucho de mi. Las cosas al regresar ya no serán las mismas, ya no toda mi familia está, se que no todos mis amigos estarán, pues como yo, muchos tienen planes de salir a otros lados. Ya no regreso a la escuela y si de casualidad regreso (quizás si) no sería en la misma ciudad. Ya no tendré la edad de antes en la cual puedo esperar a ver que sucede, a ver que planes surgen o oportunidad me encuentro en el camino. Cuando regrese habrá pasado tiempo ya y se que las cosas aquí no serán para nada como cuando las dejé.
Supongo que es algo por lo cual quería ser aupair, por que necesitaba un cambio. Por que en verdad es una buena oportunidad para mi. Se que voy a conocer gente nueva y si tengo suerte, amigos y amigas de esos que valen la pena, se que conoceré lugares nuevos, culturas diferentes, que me divertiré, que me reiré, que me acostumbraré. Pero ahora que todo está tan, tan próximo, me pongo a pensar y a pensar, todo lo que dejas atrás, las situaciones, los amigos, la familia.
Es inevitable sentir incertidumbre, de que pasará en ese año, si las cosas saldrán bien, si me llevaré bien con la familia, con los niños, con las aupairs, con la gente. Y también qué va a pasar cuando vuelva, que habrá pasado en ese año que me fui. Yo se que es una incertidumbre normal, por la que la mayoría de aupairs pasan. Pero creo que si las cosas buenas de la vida fueran fáciles, no valdrían la pena, hay que perder cosas para ganar otras, y no necesariamente perder, pero quizás si dejar ir. Creo que es un buen momento, un momento perfecto para mi. Y en verdad espero que todo todo salga bien.
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